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Saturday, October 13, 2012

Una linda japonesita


De nuevo extraído de la Revista Lily. Yo no sabría por cuál decidirme. Pero imagin oque la muñequita de carne y hueso ya ha crecido desde entonces...

Thursday, October 11, 2012

LA HISTORIA DE LAS MUÑECAS (II)

Bruguera, en su operación reciclaje de artículos para sus Lilys, Extras y Super Esthers, llegó a publicar el siguiente artículo tres veces (que yo sepa, al menos). Este tiene el mismo texto que el anterior que podéis encontrar en un post más abajo y está presentado en viñetas. Pertenece al Lily Especial Esther Nochevieja de 1978 y está publicado también en un Almanaque del año anterior.




LA HISTORIA DE LAS MUÑECAS (I)




He encontrado este artículo en un Lily Extra Movida del 84, sobre La Historia de las Muñecas. Es bastante interesante y os lo reproduzco aquí.

Aunque a veces nos dé vergüenza reconocerlo, la verdad es que a pesar de ya no tener edad de jugar con ellas, las muñecas nos siguen gustando incluso de mayores. Seguro que muchas de vosotras conserváis todavía la muñeca a la que quisísteis tanto de niñas y de la que no sois capaces de desprenderos, a pesar de faltarle un ojo o de resultar bastante anticuada. Esa muñeca que compartió tantos momentos de vuestra infancia y que recibió tantas confidencias es algo más que un juguete inanimado, ya que con él desarrollásteis vuestro instinto maternal.

Las muñecas existen desde tiempos remotos pero son pocas las de la antiguedad que han llegado hasta nuestros días, ya que fueron fabricadas con materiales frágiles, pero hemos podido documentarnos sobre ellas a través de los libros de historia. Un hecho curioso es el que, antes de contraer matrimonio, las jóvenes romanas ofrecían sus muñecas a algunas de sus divinidades, como símbolo formal de haber dejado atrás la niñez.

En la Edad Media, los fabricantes alemanes de juguetes, realizaban muñecas talladas en madera, con brazos y piernas móviles. También se fabricaban muñecas de trapo, rellenas de serrín o algodón y cabezas talladas en madera.

También en tiempos medievales, existía la divertida y sabrosa costumbre de fabricar muñecas de mazapán, generalmente ofrecidas por vendedores ambulantes en las ferias. Otras se fabricaban de azúcar o de simple masa de pan. Todas ellas, como ya podéis imaginar, tenían gran aceptación entre la gente menuda.

Madres y niñeras han contribuído a la fabricación de muñecas para los pequeños a su cargo, a través de los tiempos. En los hogares humildes solían improvisarse estos juguetes mediante una cuchara de madera, o el mazo de un mortero, envuelto en algún que otro retal de tela.

Las muñecas de los siglos XVII y XVIII, al igual que sus jóvenes "mamás", iban siempre ataviadas con ropas al estilo de los adultos. Las muñecas de esta época solían tener el cuerpo en forma de cono, de cintura para abajo, a fin de que las amplias faldas con las que se las ataviaba se mantuvieran siempre tiesas.

A partir del siglo XIV en adelante, París se convirtió en la capital de la moda. Las muñecas surgidas de los fabricantes franceses eran exportadas en cajas de madera especial para mostrar al mundo los atuendos de las damas parisinas. Incluso en el siglo XVIII, cuando Francia e Inglaterra entraron en guerra, las muñecas seguían cruzando tranquilamente la frontera, ya que gozaban de un salvoconducto especial.

En el siglo XVIII, las muñecas inglesas realizaron el más largo viaje de su vida. Cruzaron el Atlántico para llevar a América el último grito de la moda femenina. En 1790, apareció un nuevo tipo de muñeca-maniquí. Se trataba de una silueta realizada en cartón, ataviada con vestidos de papel que se sujetaban mediante pestañas del mismo material.

Las muñecas del siglo XVIII eran de material rígido, principalmente madera. En el siglo XIX, su expresión se dulcificó mediante el empleo de la cera y la porcelana para moldear sus rostros y el cabello natural. Sus cuerpos solían ser de trapo, relleno de serrín.


Las muñecas con rostro de porcelana solían ser muy delicadas y había que tratarlas con sumo cuidado, a fin de que no se descacarillaran.
Las muñecas de cera tenían el inconveniente de no poder ser expuestas al sol, ni junto al fuego. La cantidad de "accidentes" sufridos por este tipo de muñecas dio lugar al nacimiento de los "Hospitales de Muñecas", que, en el siglo XIX, se encargaban de reparar aquellas que habían sufrido algún daño.

Allá por1700, comenzaron a fabricarse las casitas de muñecas, que solían ilusionar tanto a los mayores como a los niños. Los carpinteros realizaban pequeños muebles a escala, de modo que, en la mayoría de los casos, las casitas de muñecas eran una reproducción exacta, a escala, de las de verdad.

Sin embargo, las primeras casas de muñecas eran verdaderas obras de artesanía que sólo estaban al alcance de las personas pudientes. A mediados del siglo XVIII, comenzaron a fabricarse en serie y pronto pudieron disfrutar de ellas casi todas las niñas.

En 1860 aparecieron las primeras muñecas con movimietno de semi-rotación en la cabeza. No tardaron en aparecer también las que abrían y cerraban los ojos. Como ya hemos dicho en un principio, las muñecas tenían el aspecto de mujercitas, debido a sus atavíos, pero, en la Gran Exposición de 1851, se presentó por primera vez una muñeca "bebé", ataviada con faldón largo y envuelta en una mantilla.

En 1865, una muñeca, cuya cabeza hueca podía separarse del cuerpo, jugó un papel importante en la Guerra Civil Americana. Nos referimos a "Nina", la muñeca que fue utilizada para pasar medicamentos y otros artículos de primera necesidad a los sudistas, atravesando las líneas de los yanquis en diversas ocasiones, hasta que fue descubierta.

Las muñecas de goma y celuloide aparecieron a finales del siglo XIX, lo que permitió a las niñas bañar a sus muñecas como si de verdaderos bebés ser tratara.

Las colecciones de muñecas vistiendo los trajes regionales de cada país son populares desde hace muchos años. La reina Victoria de Inglaterra era una entusiasta de estas muñecas y llegó a reunir una coleccion de 132, que ella misma atavió para que representaran a las damas más destacadas de su época.
Desde los años treinta, se han utilizado nuevos materiales a fin de conferir a las muñecas un tacto mucho más real. Sin embargo, las muñecas más apreciadas por las niñas siguen siendo las de trapo, que se pueden zarandear a placer, sin temor a dañarlas. Porque en definitiva, el primer cometido que debe cumplir la muñeca es este. Divertir y hacer reir a su "mamá".

Sunday, October 7, 2012

Presentación de la muñeca Cathie en 1971


La foto aparece en la sección "Música, Cine, Tv., úultma hora. 45 rpm News" de la Revista Lily con fecha 3 de Mayo de 1971. La muñeca Cathie era presentada como "una muñeca que no le teme a la calvicie", y en manos de de la modelo Delphine Desyeux, conocida en su casa a la hora de comé, Cathie aseguraba ser el último grito en muñecas y haber causado sensación en el Salón Internacional del Juguete celebrado en París ese año.
Cathie era articulada, con una cara conrasgos "de moda" y un cabello rubio extrasuave y natural al tacto, que... crecía a voluntad (digo yo que tendría un tope porque no iba a aparecer de la nada ilimitadamente). 
¡Una preciosidad de muñeca que falta en mi colección!